Crecimos viendo a héroes de personalidad inquebrantable, paladines de moral incorruptible: el Goku que lo daba todo por alcanzar el máximo poder, el Seiya que sacrificaba la vida por sus amigos o el Oliver que moría en la raya por la victoria; con esta formación de por medio, conocer a Shinji Ikari fue una absoluta patada en las bolas.
El protagonista de Evangelion (y su desarrollo de personaje) es una auténtica pesadilla para Joseph Campbell y su famosa estructura narrativa conocida como “El viaje del héroe”.
A lo largo de los 26 capítulos que componen Neon Genesis, Shinji escupe a los pies de la metodología de Campbell rechazando constantemente las llamadas a la aventura, evitando conectar con sus aliados y huyendo a las pruebas. En el viaje de Shinji no hay ciclos, no existen las recompensas ni las redenciones, solo un espiral de caída libre hacia lo oscuro y lo doloroso.
La depresión
Shinji Ikari no es un personaje fácil de querer, de hecho es difícil no odiarlo por momentos. La ficción siempre nos ha malacostumbrado (o ayudado) a romantizar los pasajes más oscuros de la mente humana. Tomemos como ejemplo Joker (Todd Phillips 2019), en este film la depresión de Arthur Fleck no es un impedimento para la acción, todo lo contrario, es el catalizador para que Fleck cree su alter ego, cobre venganza ante una sociedad que lo ha olvidado y de paso haga estallar una revolución en Ciudad Gótica.
En Little Miss Sunshine (Valerie Faris 2006), la depresión de los personajes de Paul Dano y Steve Carrell nos ayuda a empatizar con ellos y sentir compasión por sus sueños rotos, sin embargo, la depresión real dista mucho de ser así.
Una persona deprimida no es una persona lista para la acción. La depresión no catapulta, encierra, te impide moverte, te ata de manos y te aprisiona en tu propia mente. Los seres deprimidos no provocan compasión, son personas ensimismadas incapaces de emitir ternura.
En esta lógica, no existe representación más real de la depresión (en la cultura pop), que Shinji Ikari. Qué terrible y angustiante es ver a Misato Katsuragi arrastrar, literal y metafóricamente, a Shinji para que cumpla con su destino heroico en el final alternativo de Neon Genesis (The End of Evangelion 1997).
Shinji carga con el peso emocional de una depresión pasmosa y el estrés de tener que salvar a la humanidad (poca cosa), sin embargo, el adolescente es capaz de derrotar en más de 10 ocasiones a criaturas titánicas que parecen haber salido de la pesadilla más grotesca de un teólogo.
El Dilema del Erizo
En 1851 el filósofo Arthur Schopenhauer presentó un texto conocido como “El Dilema del Erizo”, en él se representaba la historia de dos erizos en pleno invierno, para calentar sus cuerpos y no morir de frío, los animales debían acercar sus cuerpos enfrentando el peligro de dañarse con sus espinas.
Esta parábola fue utilizada en repetidas ocasiones por Hideaki Anno (creador de Evangelion), para explicar la construcción del personaje de Shinji. El piloto del EVA01 era incapaz de entablar una relación afectiva cercana por el temor a ser herido, su relación con Misato, Asuka y Rei era claramente afectada por su patología eriza (nunca mejor dicho).
Como héroe, Shinji no solo fue obligado a salvar a la humanidad, fue obligado a salvar un mundo al que le tenía pavor, una sociedad que lo había herido, escupido y clavado sus espinas. Shinji Ikari no solo era un ser deprimido y despojado de habilidades afectivas, también fue un instrumento utilizado para salvar algo que él era incapaz de entender o amar: el ser humano.
El héroe triste
Existen muchos arquetipos del heroísmo (y anti heroísmo) construidos a partir de películas, series o libros. Casi todos coinciden en que el héroe (ya sea un héroe tradicional o ladino) debe tener una personalidad encantadora o atrayente, sin embargo, la definición de héroe nos dice que es una “persona que realiza una acción muy abnegada en beneficio de una causa noble”.
Esta definición demuestra que el heroísmo no está asociado con la personalidad, es una característica que tiene que ver con la acción, las cosas que hacemos por los demás sin importar nuestras circunstancias.
Desde esta perspectiva, Shinji Ikaru es uno de los héroes más épicos, trágicos y por qué no decirlo, cabrones de la historia.
Excelente lectura del shinji. Felicitsciones.
Spoiler: alguien sabe si pudo finalmente tener una relacion con mary o solo terminan juntos pero no necessriamente como pareja en 3.0+1.0?