Una vez más se ha puesto de moda el “Black Lives Matter” debido a un acto de brutalidad policíaca (cosa de todos los días en Estados Unidos) a un ciudadano de raza negra. No utilizo la palabra moda para demeritar el movimiento, pero debemos aceptar que el activismo (al menos en redes sociales y la conversación general) suele tener fechas de caducidad de 2 a 3 semanas.
En tiempos como este, es bueno visitar contenidos que nos ayuden a entender, aunque sea un poco, el contexto del racismo en América. En esta lógica, pocas películas como la obra maestra de Spike Lee: Do the Right Thing.
¿De qué va?
Más que una historia, la película de Lee retrata el día a día en un barrio de Brooklyn donde el hervidero de multiculturas (negros, latinos, asiáticos), viejos rencores, prejuicios y tribus que desencadenan en insultos reduccionistas, clichés y violencia interna guardada.
Vela si te gusta…
Do the Right Thing solo se parece a Do the Right Thing. Difícil tratar de comparar a una película tan original y monstruosamente única en su ritmo, su narración, sus colores, su estética y su ira.
Por dónde o qué
Es una de las joyas guardadas en el catálogo de HBO.
¿Por qué es tan importante ver Do the Right Thing?
Han pasado 31 años desde que se filmó y me atrevo a decir con total seguridad que es la película de los años ochenta que menos ha envejecido. La trama es tan actual como siempre y tan vigente como nunca.
Su forma de describir la rabia de una raza secuestrada y torturada por su propio país, no solo expresa el dolor de los negros en Estados Unidos, bien podría ser una película sobre indígenas en América Latina, aborígenes en Australia o nativos americanos.
Cruel, folclórica, ácida, sucia… Do the Right Thing es una película sobre el racismo hecha por un humano que de verdad entiende el racismo, no una imagen en negro colgada en Instagram para subirse el tren de la “empatía” y la participación.
Genial película con un inicio y un final eternos; uno de los pocos filmes que de verdad pueden tener el mote de “sociales”. Hace un par de días vi por tercera vez la película y debo decirlo, el salvaje activismo cinematográfico de Spike Lee continua en plena forma.